Nombre Científico: Testudines.
También conocidos como quelonios, las tortugas son un tipo de reptiles caracterizados por el sólido caparazón que protege sus órganos vitales del que emergen la cabeza, las patas y la cola. (1)
Existen alrededor de 356 especies distintas de tortugas en todos los continentes (excepto la Antártida), dotadas de tamaños, proporciones, dietas y hábitats muy diversos. (2)
Hábitat Natural
A lo largo de los siglos, las tortugas se han adaptado muy bien a casi todos los ambientes de la superficie terrestre, así como a la vida marítima y de agua dulce. En el sureste asiático y en Norte América se encuentra la mayor diversidad de especies. En ambos casos, el entorno favorito parece ser el lacustre, ya sea en pequeños pozos, o ríos y lagos extensos.
Generalmente, cada especie de tortugas es endémica de su ubicación, o sea, no se da en ningún otro lado. Además, hay especies típicas de bosques, desiertos, llanuras o en islas volcánicas, como las tortugas galápagos que inspiraron a Charles Darwin, de enorme tamaño y capaces de vivir más de cien años. (2)
Forma – Morfología
Son reptiles, o sea, vertebrados de sangre fría y reproducción ovípara, cuyos cuerpos consisten en un gran caparazón, una cabeza, una cola pequeña y cuatro extremidades, que son patas en las tortugas terrestres y aletas en las acuáticas aunque su principal característica es poseer el fuerte caparazón que les protege los órganos internos y que abarca todo el torso del animal. Diseñado como una caja resistente y fabricado de hueso y cartílago, este caparazón crece junto al animal y forma parte de su propia columbra vertebral, de modo que puede refugiarse dentro. (2)
Carecen de dientes en la mandíbula, en su lugar tienen un pico correoso de queratina, afilado y en ocasiones dentado. Poseen una buena visión, que privilegian por encima del resto de sus sentidos, aunque también empleen a menudo el olfato y el oído. Poseen un sistema nervioso superior, como todos los animales vertebrados, con un cerebro y una médula espinal.
A excepción de las tortugas acuáticas bajo el agua, se trata de animales parsimoniosos y no muy ágiles. Sus lentos metabolismos les proveen de una vida larga, alcanzando en algunas especies el siglo de vida.
Acostumbradas a reptar o nadar, no suelen nunca estar acostadas sobre sus caparazones, y especialmente las tortugas de tierra presentan una enorme dificultad para darse la vuelta. (2)
Alimentación
La alimentación de las tortugas depende en buena medida de su hábitat. Aquellas adecuadas a la vida terrestre suelen ser mayormente herbívoras, con una dieta casi exclusiva de hojas, tallos, raíces y frutos, aunque otras especies son omnívoras y comen básicamente lo que puedan, desde pequeños moluscos, insectos y lombrices hasta carroña.
Algo similar ocurre con las especies acuáticas, capaces de comer desde coral, que les suministra importantes nutrientes como el calcio, hasta algas, peces, aguamalas, pulpos y pequeños crustáceos. (2)
Coloración
Las tortugas presentan una gran variación de coloración a lo largo de su rango de distribución entre las tortugas marinas, pasando del casi blanco jaspeado al negro; la superficie dorsal de la cabeza y aletas son de color verde olivo, pudiendo tener tonalidades de color gris oscuro o negro, mientras que el plastrón varía del blanco o crema hasta gris-olivo o azulado. (5)
Sociabilidad
Conocer el comportamiento de las tortugas silvestres puede ser útil para comprender mejor qué necesidades tenemos para satisfacer a sus «primos» domésticos. El comportamiento social y comunicativo de estos animales es muy complejo, y aunque suelen ser solitarios, interactúan mucho con otros ejemplares de diversas formas.
Las tortugas se comunican entre sí con varios sentidos: vista, olfato, oído, tacto. Son sentidos muy desarrollados. Los adultos, en particular, son muy sociables por naturaleza. A menudo interactúan durante el cortejo o pelean por jerarquías.
Y las diversas tortugas tienen muchas personalidades diferentes, desde muy tímidas y curiosas, hasta agresivas. Con todos estos aspectos estructuran su jerarquía social. (6)
Reproducción
Como muchos otros los reptiles, las tortugas se aparean de acuerdo a patrones estacionales. Las tortugas no cuidan de sus retoños, sino que depositan un gran número de huevos y apuestan por la supervivencia de un bajo porcentaje de las crías.
Las hembras fecundadas depositan huevos de distinta forma y contextura, siempre en la tierra. Incluso las tortugas marinas, tras aparearse, migran cientos o miles de kilómetros para ir a desovar en la tierra, cavando agujeros y luego enterrándolos con enorme esfuerzo. De allí salen luego las pequeñas tortugas en una carrera desenfrenada de vuelta hacia el agua. (2)
Expectativa de Vida
Las tortugas pueden ser animales muy longevos, viven entre 50 y 80 años y en algunos casos llegan a los 100. La tortuga más longeva jamás documentada es Harriet, una tortuga de las Galápagos que alcanzó los 175 años.(1)
Diferencias Sexuales – Dimorfismo Sexual
El plastrón de las tortugas macho es cóncavo para facilitar el apareamiento, lo que les permite un mejor «ajuste» con el plastrón de la zona superior del caparazón de las tortugas hembras.
La cola de una tortuga también permite distinguir su sexo, aunque en este caso es importante conocer previamente el tamaño de la cola de las tortugas de la misma especie. Entre tortugas del mismo tipo, la cola de la tortuga macho es más larga y gruesa que la de las hembras.
La cloaca es en realidad un agujero colocado en la base de la cola de las tortugas que funciona un poco como ano y órgano sexual al mismo tiempo. En el caso de los varones se encuentra en la cola, en la parte exterior del caparazón, mientras que en el caso de las hembras está protegido dentro del mismo caparazón, aunque también en la base de la cola. (3)
Acuario Apropiado – Mantenimiento en Acuario.
Tu acuario para tortugas debe tener una serie de cualidades específicas, a fin de imitar el hábitat natural de esta especie. Veamos algunos requerimientos:
Tamaño: tomando en cuenta que algunas especies de tortugas de agua pueden llegar a medir hasta 40 centímetros, lo ideal es contar con un acuario lo suficientemente grande para que le permita nadar cómodamente. Así mismo, la profundidad del agua ideal está entre 15 y 20 centímetros.
Zona de tierra: además del espacio acuático, la pecera debe contar con una zona sin agua para que la tortuga pueda secarse y tomar el sol cómodamente.
Rampa: se recomienda agrega una pequeña rampa que permita a la tortuga desplazarse desde el agua hasta la zona seca donde descansará.
A fin de mantener el acuario totalmente limpio y con la temperatura ideal para tu tortuga, es clave contar con algunos accesorios que complementen el funcionamiento.
Por otro lado, la temperatura del agua también es importante, y debe estar entre los 25° y los 28°. A fin de mantener la temperatura apropiada se recomienda el uso de un termo calentador para tortugas acuáticas.
Finalmente, la limpieza de la pecera será clave, por lo que es importante contar con un equipo de filtración que elimina todos los desechos e impurezas del agua.(4)
Referencias:
(1)- https://www.nationalgeographic.com.es/animales/tortugas
(2)- https://concepto.de/tortuga/
(3)- https://tortugas.mascotahogar.com/dimorfismo-sexual-de-las-tortugas
(4)- https://www.pecesdeacuarios.net/tortugas-de-agua/
(6)- https://vidaconmascotas.com/vida-social-de-las-tortugas-desde-temprana-edad-ya-son-lideres/